Los amperímetros son instrumentos de medición de corrientes eléctricas. Al igual que los voltímetros, multímetros y polímetros, tienen como elemento central un galvanómetro. En este caso se incorpora una resistencia en paralelo (resistencia shunt) que permite calcular el amperaje de la corriente que se mide.
El amperaje es el tamaño del flujo de la corriente, es decir, la cantidad de partículas electrificadas que atraviesan un conductor. Este flujo se mide en amperios.
Cuanto mayor sea la cantidad de corriente que queremos hacer circular, mayores deben ser los cables o conductores por donde queremos que circule. Lo contrario dificulta el flujo generándose resistencia eléctrica.
Una condición esencial del amperímetro es que ofrece resistencia casi nula al circuito, para evitar que ésta interfiera en la medida. La versión digital del aparato contiene un conversor de corriente que permite a un microprocesador electrónico calcular el valor que se muestra en pantalla.
Uso del amperímetro
Los amperímetros miden el flujo de la corriente colocándose en serie con el circuito que se desea medir pero su presencia modifica el circuito, de modo que se debe de hacer pasar la corriente a través del aparato sin interrumpir el flujo.
Tener un amperímetro es vital ya que sobrepasar la cantidad de energía que puede transportar determinado conductor puede resultar en un desastre. Los cables pueden calentarse y provocar incendios, o el exceso de flujo puede destruir los electrodomésticos conectados a la red.
Habrás observado que en el cuadro eléctrico de tu casa hay unos conmutadores que normalmente se conocen como interruptores automáticos o automáticos a secas.
Estos traen impreso el número de amperios que soportan. En este caso, si se encienden aparatos eléctricos que requieran un amperaje mayor al del automático al que están conectados, éste se desconecta e interrumpe el circuito. Lo contrario daría lugar a cables quemados.
El amperímetro sirve para determinar cuál es el consumo que genera un determinado aparato eléctrico, qué tipo de conductor es el más apropiado para un circuito concreto y si las cargas conectadas a éste están dentro de los límites de seguridad.
En grandes circuitos, como una red de alimentación de una manzana entera, conocer el amperaje es vital para la seguridad ciudadana y para garantizar el suministro eléctrico de los vecinos.
Tipos de amperímetro
Amperímetros analógicos
Contienen una bobina conectada a una aguja que muestra la medición por medio de una escala. Entre ellos se distinguen los siguientes:
Amperímetros electromecánicos
Están compuestos por un órgano fijo y otro móvil, éste último unido a la aguja. Este tipo de amperímetros es grande y sufre el desgaste de sus componentes. Además, es propenso a dar errores de lectura, pero aun hoy es el favorito para ser usado como medidor fijo en tableros de control.
Los electromecánicos pueden ser de varios tipos:
- Magnetoeléctricos o de bobina móvil: contienen una bobina que gira en torno a un eje al recibir corriente. El ángulo de giro mueve la aguja hasta determinado punto de la escala.
- Electromagnéticos o de imán móvil: funciona del mismo modo, pero en vez de una bobina contienen un imán que es el que se mueve con la corriente.
- Ferromagnéticos o de hierro móvil: siguen el mismo principio que los anteriores, pero en vez de una bobina o imán, contienen una barra ferrosa.
- Electrodinámicos: funcionan con dos imanes que se separan al recibir la corriente. La distancia entre ellos produce la medición.
Todos estos amperímetros son idénticos a simple vista. No obstante, existe una simbología que permite a los técnicos diferenciarlos entre ellos.
Amperímetros térmicos
Cuando un conductor se calienta, también se dilata. Usando ese principio, la corriente atraviesa una resistencia, ésta se calienta y basta con medirla para tomar la equivalencia en amperios. Tienen como gran ventaja que los campos magnéticos no les afectan, pero son costosos y consumen mucha energía.
Amperímetros digitales
Con ellos se eliminan los errores de lectura, ya que la medición es exacta y se muestra como un número y no a través de una aguja. El desgaste es minúsculo y la precisión depende de la calidad de los circuitos empleados para su fabricación.
Pinzas amperimétricas
Es un tipo de amperímetro digital que no requiere tocar la fuente de poder sino que es accionado por el campo magnético de la corriente. Pueden medir tanto en corriente alterna como continua.
La mayoría de estos aparatos ya se han convertido en multímetros o polímetros, ya que se aprovecha el mismo dispositivo para ofrecer múltiples lecturas que pueden conmutarse a través de una rueda selectora.
Tabla de contenidos