Un vatímetro es un instrumento que mide la potencia eléctrica. Cuando decimos que medimos el potencial eléctrico de un circuito, no hacemos otra cosa que conocer la cantidad de energía que se puede consumir por una unidad de tiempo (puede de ser segundos u horas dependiendo de la escala que escojamos).
La potencia es la capacidad de trabajo que tiene una energía determinada. Si la energía fuese un líquido, la potencia eléctrica serían los litros por segundo que pasan por una tubería. La potencia eléctrica se mide en vatios (w), razón a la que estos aparatos deben su nombre.
Componentes de los vatímetros
Los vatímetros están diseñados como la unión de otros dos instrumentos de medición: el voltímetro y el amperímetro.
El primero, mide el impulso que necesita una carga eléctrica para que pueda fluir por un circuito o, lo que es lo mismo, la diferencia de potenciales eléctricos entre dos puntos. Ésta se mide en voltios (V). El voltímetro se unirá al circuito que va a medir siempre en paralelo a este.
El segundo mide la intensidad de la corriente, lo que se entiende como el flujo de carga (número de electrones negativos que se desplazan) por unidad de tiempo. Se mide en amperios, y es necesario realizar una conexión en serie para medirla.
Combinando estas 2 medidas se obtienen los vatios de potencia. Esto tiene una explicación muy sencilla si tenemos en cuenta la fórmula de potencial eléctrico (P, medido en vatios), que viene expresada como el producto del voltaje (V, medido en voltios) multiplicado por la intensidad (I, medida en amperios). La fórmula es la siguiente P = V x I, de modo que 1W = 1V x 1A.
Tipos de vatímetro
Existen dos tipos de vatímetros: los analógicos y los digitales.
Vatímetros analógicos
Los vatímetros analógicos poseen una bobina móvil con una aguja que oscila en base a una escala que indica la potencia. La corriente, al circular por las bobinas fijas, genera un campo electromagnético cuya potencia es proporcional a la corriente y está en fase con ella.
La bobina móvil tiene, casi siempre, una resistencia grande conectada en serie para reducir la corriente que circula por ella. Lo que sucede con los vatímetros analógicos es que tienen rangos de medida más pequeños y, por consiguiente, son sensibles a estropearse una vez que son expuestos a circuitos intensidad o voltaje altos.
Hoy en día, se usan con fines didácticos o como herramienta de laboratorio, donde las condiciones son siempre controladas.
Vatímetros digitales
Los vatímetros digitales se usan para medidas de potencias directas y pequeñas, o para medidas de potencia a frecuencias por encima del rango de lectura de otros instrumentos como el electrodinamómetro.
Entre los vatímetros digitales existentes hay muchos tipos de acuerdo a su complejidad y a su robustez. Estas características permiten clasificarlos:
- Frecuencia: los hay con rangos de frecuencia de hasta 50, 60 y 400 Hz.
- Intensidad: desde los más sensibles (de 600 microamperios a 10 amperios) hasta los más robustos (de 0 a 10.000 amperios).
- Tensión: desde 60 minivoltios a 600 voltios para los de menor complejidad y de 0 a 1000 voltios para usos industriales.
- Precisión: los más precisos tienen un margen de error de 0,05%, mientras que los menos precisos pueden fallar hasta en un 5%.
Aplicaciones del vatímetro
Los vatímetros se han convertido en instrumentos de medida fundamentales en la industria eléctrica, especialmente en todo lo relacionado con la inspección de instalaciones y con análisis de rendimiento en la producción de energía eléctrica.
Los vatímetros son aparatos multifunción que son capaces de medir con precisión la tensión, intensidad y potencia de la corriente alterna y directa. Los modelos más avanzados pueden llegar a medir los armónicos eléctricos que se producen en las líneas de alimentación.
Los vatímetros en el mercado
Los precios de los vatímetros son un reflejo del número de funciones, de las escalas de medida y de la precisión de lectura. Los más sencillos tienen precios alrededor de los 145 euros, y se usan para redes monofásicas y trifásicas.
Los equipos de gama media tiene un precio puede alcanzar los 550 o 600 euros. Equipos industriales y de mayor envergadura, con 4 pinzas de corriente y capacidad para albergar hasta 20.000 datos descargarles en tiempo real a un ordenador mediante conectores USB, pueden costar 1.000 o 2.000 euros, dependiendo de las funciones que incluyan.
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